LA ONG SHERPA DENUNCIA A LA CEMENTERA LA FARGE POR LA FINANCIACIÓN DEL TERRORISMO EN SIRIA .
Un año después de las primeras revelaciones, la investigación sobre la cementera franco-suiza LafargeHolcim por financiar grupos armados indirectamente en Siria, incluyendo la organización yihadista Estado Islámico "EI", ha sido confiada a tres jueces.
Esta investigación judicial, se abrió el 9 de junio por " financiación del terrorismo" y "poner en peligro la vida de otros", informó la fiscalia de París. Esta investigación se encomendó a dos jueces de instrucción del centro financiero y un investigador del centro antiterrorista.
La investigación que reveló France Inter, determinará los enlaces que ha sido capaz de mantener el gigante del cemento, en particular con el EI para continuar operando en 2013 y 2014 a pesar del conflicto la cementera de jalabiya (norte del país), buque insignia del grupo en Siria.
El escándalo que fue revelado por LE MONDE en junio del 2016 , ha puesto de relieve los "acuerdos dudosos" entre Lafarge Cementos Siria (LCS), la rama siria del grupo, y la organización yihadista , mientras ésta ganaba terreno en la región.
En septiembre, el Ministerio de Economía de Francia, presentó una denuncia, lo que provocó la apertura de una investigación preliminar por parte del fiscal de París. Varios ejecutivos de Lafarge declararon en Francia en esta investigación.
En noviembre, la Asociación Anticorrupción Sherpa, el Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Derechos Humanos (ECCHR) y once ex empleados de la planta de cemento habían presentado una denuncia ante la parte civil.
Mientras que varias empresas francesas y europeas presentes en Siria dejaron sus actividades en el país entre 2011 y 2013, LCS " continuó su producción a pesar del aumento en la lucha," apunta Sherpa y ECCHR en su denuncia.
Para lograr esto, la filial hacía "presión sobre sus empleados" (amenazas de despido, suspensión de sueldo si no acudían a la planta a pesar de la inseguridad ) y "estar de acuerdo con miembros del EI "para organizar la circulación de mercancías y empleados a cambio del pago de tasas o la compra de materias primas, detallan las asociaciones.
A partir de abril de 2013, "el aceite usado por LCS vino de la organización yihadista". El EI tomó el control del lugar en septiembre de 2014.
Una planta de Lafarge se encuentra en Port-la Nouvelle Aude.


Lafarge, que se fusionó en 2015 con el grupo suizo Holcim, admitió a principios de marzo tener grupos armados "indirectamente" financiados para seguir haciendo funcionar la cementera.
Entre las "amenazas a los empleados" y "la interrupción de los suministros necesarios para operar la planta y la distribución de sus productos", la filial local de Lafarge trató de convencer a los distintos "grupos armados" que controlaban la zona donde se encuentra la planta cementera.
El presidente de la asociación Sherpa, William Bourdon, por su parte, dijo que pronto seran escuchados por los jueces de instrucción.